“El clima está cambiando nosotros también deberíamos”
Anónimo
Por Alfredo Dachary*
Desde comienzos del siglo XXI, la relación entre el cambio climático y la migración ha pasado a ocupar un lugar preponderante en la agenda de las políticas mundiales y regionales, ante la necesidad de abordar este tema complejo que es mucho mayor de lo inicialmente planteado.
El aumento del interés político se ha manifestado en la formulación de principios mundiales, como los articulados en el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular y en las recomendaciones elaboradas al amparo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El Pacto Mundial sobre Migración representa una oportunidad histórica para mejorar la cooperación internacional en materia de migración y para fortalecer las contribuciones de los migrantes y la migración al desarrollo sostenible, ya que hay más de 258 millones de migrantes en todo el mundo que viven fuera de su país de nacimiento, y esta cifra crecerá como resultado de una serie de factores que incluyen el aumento de la población en general, el aumento de la conectividad, el comercio, el aumento de la desigualdad, los desequilibrios demográficos y de los efectos del cambio climático, desde las grandes tormentas a la elevación del agua del mar, pasando por el deshielo de las zonas árticas.
La migración plantea enormes oportunidades y beneficios para los migrantes, las comunidades de acogida en las comunidades de origen, ya que se trata de gente con experiencia laboral o especialidades y amplias ganas de trabajar por la compleja situación que les toca vivir.
Cuando está relación de oportunidad está mal regulada puede crear desafíos significativos que incluyen, abrumadoras infraestructuras sociales ante la llegada inesperada de un gran número de personas y la gran cantidad de muertes de migrantes que realizan viajes peligrosos, sin la mínima protección ni regulación de estos viajes.
Ante esta creciente amenaza, los Estados Miembros de la ONU acordaron adoptar un Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular que es el primer acuerdo global de la ONU con un enfoque común sobre la migración internacional en todas sus dimensiones.
El Pacto Mundial sobre Migración es jurídicamente no vinculante, y se basa en los valores de la soberanía del Estado, la responsabilidad compartida, la no discriminación y los derechos humanos y reconoce que se requiere de un enfoque cooperativo para optimizar los beneficios generales de la migración, al tiempo que se abordan los riesgos y desafíos para las personas y las comunidades en los países de origen, tránsito y destino.
El Pacto Mundial sobre Migración comprende 23 objetivos para gestionar mejor la migración a nivel local, nacional, regional y mundial, y tiene por objetivo mitigar los factores adversos y estructurales que impiden a las personas construir y mantener medios de vida sostenibles en sus países de origen, a la vez que pretende reducir los riesgos y las vulnerabilidades a las que se enfrentan los migrantes en las diferentes etapas de la migración, respetando, protegiendo y cumpliendo sus derechos humanos y brindándoles atención y asistencia.
Se busca abordar las preocupaciones legítimas de los Estados y comunidades, al tiempo que reconoce que las sociedades están experimentando cambios demográficos, económicos, sociales y ambientales en diferentes escalas que pueden tener implicaciones como resultado de la migración; y es un esfuerzo por crear condiciones propicias que permitan a todos los migrantes enriquecer a nuestras sociedades a través de sus capacidades humanas, económicas y sociales, y así facilitar sus contribuciones al desarrollo sostenible a nivel local, nacional, regional y global.
En paralelo con los debates mundiales, los diálogos de política regionales sobre el cambio climático y sobre la migración, también están buscando soluciones que permitan a los Estados gestionar la migración en un entorno de cambio climático con medidas que beneficien a las poblaciones afectadas.
Para poder ver causas y consecuencias pasamos a mostrar el vínculo entre el cambio ambiental, los ecosistemas y la movilidad humana.
Principales fenómenos y procesos ambientales
- Amenazas hidrológicas
- Inundaciones y corrimientos de tierra
- Amenazas geofísicas
- Terremotos, tsunamis y volcanes
- Amenazas meteorológicas
- Temperaturas extremas, olas de calor, tormentas
- Amenazas climáticas
- Sequías, incendios forestales
- Amenazas tecnológicas y guerra
- Accidentes industriales, contaminación
- Procesos costeros
- Subida del nivel del mar, erosión costera, salinización
- Cambios meteorológicos
- Cambio de las temperaturas y régimen de lluvias
- Cambios eco-sistémicos
- Derretimientos de glaciares, deforestación, degradación de las tierras, sobrepesca, acidificación de los océanos
- Infraestructura y proyectos de desarrollo
- Presas, caminos y minería
Estos nueve procesos y fenómenos ambientales afectan a los siguientes servicios eco-sistémicos: - Servicios de aprovisionamiento
- Alimentos, agua dulce y materias primas
- Servicios de regulación
- Regulación del clima, purificación de aguas, regulación enfermedades
- Servicios culturales
- Estéticos, espirituales y turísticos
La combinación de los fenómenos y procesos ambientales afectan a determinados servicios eco-sistémicos y son factores causantes de la movilidad:
- Seguridad alimentaria
- Seguridad hídrica
- Seguridad económica
- Seguridad personal /política
- Seguridad energética
- Seguridad ambiental mundial
Algunos ejemplos son:
- La destrucción de un manglar por un ciclón combina:
Procesos costeros + amenazas meteorológicas - Pérdida de tierras agrícolas con menor rendimiento en las cosechas
- Subida del nivel del mar, intrusión de agua salada afecta tierras y servicios
- Pérdida de cosechas (olas de calor, sequía, tormentas) hambrunas, malnutrición
- Epidemias, riesgos de salud pública: disturbios sociales y caída de la economía en general
- Reducción del turismo por las cusas anteriores, pérdida de empleos
Conclusiones
Los fenómenos y procesos de evolución lenta están trastocando cada vez más los ecosistemas, en plena era del Antropoceno, la cual es una propuesta de época geológica por una parte de la comunidad científica para suceder o reemplazar al Holoceno, la época actual del período Cuaternario en la historia terrestre, debido al significativo impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres.
Un ejemplo de ello son las olas de calor que conducen a la pérdida de tierras agrícolas y a una disminución de la productividad, mientras que la subida del nivel del mar y la intrusión de agua salada amenazan los recursos de agua dulce. El agotamiento de los servicios eco-sistémicos debido a estos procesos graduales podría repercutir en la seguridad humana de forma directa, a través de la reducción de recursos esenciales como los alimentos y el agua, e indirecta, a través de los conflictos por los recursos naturales escasos.
De allí que las amenazas a la seguridad humana pueden propiciar la migración en busca de otras formas de obtener un ingreso y de satisfacer las necesidades básicas, en plena crisis ambiental y transformación social.
(*) Nació en Argentina en 1946. Es doctor en Ciencias Sociales, autor de una docena de libros y centenares de artículos científicos y de divulgación. Investigador y profesor universitario, director de proyectos y asesor de gobiernos, en los últimos años se ha dedicado a sistematizar conocimiento académico en torno al emergente tema del turismo.
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