El viaje que marcó un antes y un después
No todos los viajes son para conocer un lugar. Algunos celebran un hito: la luna de miel, el primer año de un hijo, el egreso universitario. En ese instante —un atardecer inesperado, una mirada cómplice— la experiencia deja de ser un servicio y se vuelve un rito emocional.
- Diseño aspiracional: acompañar momentos vitales
- Del storytelling al storydoing y el tercer paso: trascender
- Recordación duradera: pico, final y símbolos compartidos