La era del turismo solidario, una oportunidad para el turismo interno
El bloque del Mercosur con Chile como país Observador auspiciará este año la celebración oficial del Día Internacional del Turismo. Buscan así consolidar la solidaridad internacional global, necesaria para la recuperación de la actividad y la refundación del turismo pos Covid19 que, entienden, llegará no solo del turismo interno sino también de la mano del turismo social, un modelo casi olvidado.
Jorge Posdeley
Docente Universitario. Magister en Turismo.
licjorgeturismo@hotmail.com
Misiones Plural. Lunes 21 de septiembre de 2020. La Argentina, por primera vez en 40 años, acompañará junto a los estados miembros del Mercosur y Chile -como país observador- en las celebraciones de la Organización Mundial del Turismo (OMT) por el Día Internacional del Turismo. Una fecha con poco para celebrar pero con muchas preocupaciones para refundar la actividad. El turismo interno deberá dejar de ser un ensayo para ingresar definitivamente a la agenda política buscando convertirse en una herramienta viable para la lenta recuperación económica del sector.
Apuntar a políticas para el desarrollo del turismo interno no aparece en este contexto como una simple casualidad; deriva de una necesidad urgente del mercado para comenzar con los primeros ensayos de las nuevas normalidades en el turismo. Al momento y según los datos de la OMT, únicamente el 53% de los países o destinos internacionales “han aligerados las restricciones de viajes”, muchos países todavía mantienen sus políticas de confinamiento y restricciones a los vuelos internacionales. Esta situación de confinamiento generó una pérdida en la demanda de los viajes internacionales únicamente entre enero y junio de 2020 de 440 millones de llegadas internacionales, con una pérdida estimada cercana a los 460.000 millones de dólares. Las pérdidas en ingresos por el turismo internacional se multiplicaron esta vez cinco veces más que las pérdidas registradas en la crisis económica y financiera del 2009 (datos OMT).
Este 27 de septiembre se celebrara como todos los años el Día Mundial del Turismo bajo el lema (elegido por la OMT) “Turismo y desarrollo rural”, entendiendo la enorme capacidad que posee este sector económico social para crear nuevas oportunidades fuera de las grandes urbes, preservando espacios en todo el mundo que contengan y garanticen el cuidado de un patrimonio natural o cultural.
Esta vez la celebración oficial no estará auspiciada únicamente, como ya es tradición hace cuarenta años, por el Estado Miembro del organismo especializado de las Naciones Unidas, sino que en esta oportunidad estará acompañado por las naciones del Bloque del Mercosur ( Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay y con Chile como país Observador), naciones que actuaran como anfitriones conjuntos. Esta inédita e histórica situación de acuerdo y celebración conjunta busca consolidar un espíritu de solidaridad internacional de carácter global y que la OMT viene reconociendo como fundamental para la recuperación de la actividad y la refundación del turismo pos Covid19.
Refundarse sin emigrar
La fuerza fundamental del lema radica en que la actividad turística -a través de su desarrollo- puede mantener vivas e inalterables las comunidades rurales y sus costumbres. Según su portal, Naciones Unidas estima que para 2050, el 68% de la población mundial vivirá en zonas urbanas mientras que el 80% de quienes se encuentren actualmente en una situación de “pobreza extrema” viven fuera de las ciudades. Esta escenario se presenta muy difícil especialmente para los jóvenes de las comunidades rurales porque tienen tres veces más posibilidades de estar desempleados que sus mayores, El turismo es entonces, para la ONU, una “cuerda de salvamento que ofrece a los jóvenes la oportunidad de ganarse la vida sin tener que emigrar, ni adentro ni afuera de sus países”.
La Organización Mundial del Turismo considera que sus países miembros deberán concentrarse en políticas que favorezcan y desarrollen al turismo interno buscando verdaderos incentivos para su crecimiento dada la importancia que reviste la distribución económica que imprime al sector, el turismo domestico.
La OMT basa su justificación en la exposición de sus propios datos que muestran que en 2018 hubo cerca de 9.000 millones de viajes de turismo interno en todo el planeta, un dato muy interesante porque resulta seis veces más que el numero de llegadas de turísticas internacionales (1.400 millones en el mismo año).
El organismo rector recomienda a los Estados miembros gestionar de forma urgente un paquete de medidas que busquen acciones proactivas para desarrollar el turismo interno, un gran desafío para su comunidad internacional. Las medidas recomendadas apuntan a mejorar la oferta con formatos de vacaciones gratuitas para los trabajadores o la entrega de vales y de otros incentivos a personas que viajan dentro de sus propios países. Estos son algunos de los ejemplos que se pueden observar en la web de la OMT.
Pareciera entonces que nos solo el turismo interno es la herramienta re fundacional del turismo, si no que estamos en presencia de un hecho histórico, la recuperación mundial del turismo de la mano del turismo social. Un modelo casi olvidado de acceso y facilitación al turismo de los sectores más populares de la sociedad como derecho, nada más que esta vez y en este contexto de necesidad se lo muestra como una herramienta válida para el comienzo de la recuperación económica de ciertos sectores de los servicios básicos del turismo.
Para la mayoría de los destinos turísticos globales, el turismo nacional en la sumatoria genera mayores ingresos que el turismo internacional; es así que los países miembros de la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE), el turismo interno le representa el 75% del total del gasto turístico. En la Comunidad Europea el gasto del turismo interno es 1.8 veces superior al gasto del turismo internacional. Según Datos de la OMT, EEUU lidera la recaudación en términos de gasto del turismo interno por un poco menos de 1 billón de dólares; Alemania con 249.000 millones de dólares; Reino Unido 154.000 millones de dólares y México con 139.000 millones de dólares.
Estos datos potencian el valor y la importancia económica del turismo interno en estos países y de alguna manera marcan las tendencias actuales que se observan en otros países que comenzaron a adoptar medidas destinadas a hacer crecer el mercado interno con estímulos económicos focalizados en los consumidores.
Estímulos
Los estímulos de crecimiento de la demanda están basados por un lado en la comercialización y en los incentivos financieros. La OMT cita algunos ejemplos de países que están adoptando medidas específicas para aumentar el número de turistas nacionales, de esta manera:
Italia ofrece a las familias con ingresos de hasta 40.000 euros, contribuciones de hasta 500 euros para destinarlos al gasto de alojamientos de turismo interno, la iniciativa lleva el nombre de Bonus Vacance.
Malasia destino la suma de 113 millones de dólares en vales de descuentos para viajes y una exención fiscal de hasta 227 dólares por personas para gastos relacionados con el turismo interno.
Costa Rica traslado los días festivos del presente año al próximo y a los lunes para que los nativos de ese país puedan disfrutar de los fines de semanas largos y viajar por el país de manera de ampliar su estancia, aumentando sus gastos.
Tailandia subvencionara cinco millones de noches de alojamiento en hoteles al 40% de las tarifas normales de las habitaciones hasta cinco noches.
Asignar a los viajes y al turismo líneas específicas de financiación dentro de los fondos y programas nacionales de emergencia es una de las tantas recomendaciones de la OMT a sus países miembros para poder cogestionar la crisis y mitigar el impacto del Covid 19. Como vimos anteriormente, con los ejemplos de los países en cuestión, el aporte va mas allá de la simple financiación y aportan al sector y a los viajeros contribuciones económicos no retornable: en otras palabras, otorgan un subsidio económico para contribuir con la facilitación de los viajes y las compras de los servicios turísticos y recreacionales, una suerte de turismo social agiornada a la época, más equitativa y para todos, sin discriminar a los que más tienen.
En esta línea, Argentina promulgó hace muy poco la Ley de Sostenimiento y Reactivación Productiva de la Actividad Turística nacional, una ley que en primera instancia elije al sujeto del turismo como protagonista principal, aportando incentivos económicos para quienes compren anticipadamente servicios turísticos el año próximo. El dato a destacar es que la asignación económica no reembolsable se asigna directamente al consumidor turístico y es él quien define dónde y en qué destino turístico nacional gastarlos y en qué servicio reasignar ese beneficio, de manera que el turista puede buscar dentro de la oferta de los destinos y los servicios, el más acorde a sus preferencias y a sus beneficios y no estar atado únicamente a las ofertas cerradas, como casi siempre ocurría con estos tipos de beneficios subsidiados por el Estado. Esta ley rompe esa tradición, de manera que los destinos deberán trabajar para ser más competitivos, brindar mayor calidad en los servicios y por sobre todo ser un destino saludable, para atraer a este turista con beneficio extra.
Los Incentivos a la Preventa de Servicios Turísticos Nacionales es un proyecto del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación que se incluyó en la Ley, orientados a fomentar y potenciar la demanda del turismo interno. Esto consiste en el reconocimiento de un crédito por parte del Estado Nacional en favor de las personas humanas equivalente al 50% del monto por cada operación de compra de servicios turísticos, a ser brindados dentro del territorio nacional, debidamente facturada por parte de empresas en actividades y rubros vinculados al turismo.
La presente ley además amplia la moratoria impositiva y beneficios fiscales, ofrece una prorroga de 180 días el vencimiento del pago de los impuestos existentes o a crearse, que graven el patrimonio, los capitales o las ganancias de las actividades vinculadas a la actividad turística cuyos vencimientos operen hasta el 31 de diciembre. Además, será suspendida por ese mismo plazo la traba de cualquier tipo de medida cautelar a requerimiento de la AFIP y la ANSES para las empresas del sector, en tanto que se implementará una reducción en las alícuotas del impuesto sobre los créditos y débitos en cuentas bancarias y otras operatorias hasta el 31 de diciembre de 2021.
Prorroga además el programa ATP. La vigencia del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción fue prorrogada hasta el 31 de diciembre de 2020 para las actividades y rubros del sector, cuando se encuentren paralizadas o tengan una facturación inferior al 30 por ciento. Los beneficios incluyen una reducción del pago de las contribuciones patronales del 95 por ciento y un salario complementario abonado por el Estado Nacional para los trabajadores en relación de dependencia del sector privado del 50 por ciento del salario neto, no pudiendo ser inferior a un salario mínimo, vital y móvil ni superar los dos salarios.
Seguramente estos incentivos son solo paliativos para un sector de la economía paralizada y sin fecha cierta de su vuelta a la nueva normalidad, el primer paso es garantizar el consumo de la mano de la re-activación del turismo doméstico y de cercanía. Ahora se depende de las preferencias del mercado local y de los destinos saludables.