Francisco: las ideas con el ejemplo

Por Doctor Alfredo César Dachary, Mexico.     “Sustituyan los miedos por los sueños, no sean administradores de miedo, sino emprendedores de sueños” Papa Francisco.

El 21 abril de abril 2025 fallece el Papa Francisco, hecho que para la mayoría de la población católica genera dolor y a la vez esperanza, ya que su obra de transformación y adecuación continúe en la iglesia católica para un profundo cambio necesario como en todas las transiciones. Esta es a varios niveles, desde la era atómica que se inicia en 1945 al Antropoceno, la primera era donde los cambios son fruto de la acción humana, desde la sociedad analógica a la digital y del dominio del hombre al de las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial.

La asunción de Francisco al Papado, no fue un cambio más de uno en remplazo de otro, generalmente por fallecimiento; esta etapa que acaba de cerrar Francisco es más compleja y trataremos de dar algunos elementos que lo diferencian de otras transiciones y las coyunturas mundiales en que se desarrollan.

La Ciudad del Vaticano está ubicada dentro de Roma, Italia, es la sede central de la Iglesia Católica Romana y el hogar del Papa y un tesoro de la arquitectura y el arte icónicos, que contienen antiguas esculturas griegas y romanas, como la famosa “Laocoonte y sus hijos”, junto con frescos renacentistas en las Salas de Rafael y en la Capilla Sixtina, famosa por el techo pintado por Miguel Ángel y otros museos y edificios históricos, incluida la famosa Biblioteca Vaticana. El Vaticano tiene 44 has o sea 0,44 km2 y una población: 618 habitantes (21 abril 2025), fue fundada el 11 de febrero de 1929, tras la firma del Tratado de Letrán.

Lo primero que salta a la vista del observador de hoy que ese país, el más pequeño del mundo, recibe más de 250,000 personas el sábado para las exequias, y que allí estuvieron la gran mayoría de las casas reinantes, hoy monarquías constitucionales, la mayoría de las denominadas potencias occidentales, encabezado por Estados Unidos, ministros, diplomáticos, líderes religiosos de otros credos y una larga lista de personalidades, que fueron a despedir al Papa.

Francisco era el líder de una religión con 1,200 millones de fieles y con una larga vida de más de XX siglos, desde el siglo III a.C.

Este líder mundial fue despedido por más de un millón de personas en los días que estuvo expuesto su cuerpo en un sencillo cajón de roble, por lo que pensamos que es algo más que un cambio lo que viene, sobre la base de los cimientos que moldeó, como buen pastor Francisco, con las palabras y el ejemplo; ésta es otra diferencia importante en este siglo que hemos comenzado y donde la pérdida de la sacralización es evidente, ante una nueva sociedad digital que se mueve por redes sociales que remplazaron los periódicos que reinaron un siglo y medio atrás desde la mitad del XIX.

La Ciudad del Vaticano alberga la Santa Sede, máxima institución de la Iglesia católica, con los dos nombres, «Ciudad del Vaticano» y «Santa Sede», utilizados como equivalentes, el primero se refiere a la ciudad y a su territorio, mientras que el segundo se refiere a la institución que dirige la Iglesia y que tiene personalidad jurídica propia como sujeto de derecho internacional.  

Al salir el elegido, con el humo blanco de la pequeña chimenea tenemos Papa, y fue argentino, lo cual era una novedad, ya que hasta esa época solo europeos habían llegado a este encumbrado puesto de Jefe de Estado y máxima autoridad de la iglesia Católica Apostólica y Romana.

Aquí es importante entender algunas diferencias que van más allá del pasaporte, Francisco Bergoglio era, como una gran parte de los argentinos, hijo de inmigrantes, para el caso de Argentina la mayoría de origen italiano y español, aunque llegaron otros grupos no solo de europeos, sino de otras nacionalidades como los del Imperio otomano, los turcos, japoneses, chinos, hindúes, etc.

Mario José Bergoglio, padre del Pontífice, nació en 1908 en un pequeño pueblo de la región del Piamonte, al norte de Italia, y las grandes dificultades económicas y políticas típicas lo llevaron, como a tantos otros italianos, a inmigrar a América, y así llego a Buenos Aires donde conoció a Regina María Sívori, porteña con sangre italiana en las venas, madre del Papa.

El Papa Francisco era un argentino italiano, ya que lo demostró en su trabajo sacerdotal, y ello le da una ventaja, era americano por nacimiento e italiano por cultura familiar, un representante de los dos mundos Europa – América, lo cual le permitió entender muy bien esta relación entre un país colonizador y las tierras colonizadas.

América, la gran potencia del catolicismo, hoy con retroceso de sus fieles hacia los cultos del protestantismo y otros nuevos que emergen en la medida en que las sociedades se deterioran, dejando como el mayor continente en expansión del catolicismo a África, seguido de Asia o la Eurasia, sin tomar en cuenta a Europa, cuya pérdida de fieles es quizás la mayor en Occidente.

La segunda característica especial del Papa Francisco es que es Jesuita, pero además fue el primer Papa jesuita luego de cinco siglos de lucha por mantener sus ideas y poder expandirse por el mundo al cual las otras potencias no llegaban, ellos expandían la fe y aportaban al conocimiento del mundo; la Orden con mayores avances en la ciencia, el cristianismo, descubrimientos y su obra mayor en la educación.

Los Jesuitas siempre han creado y dirigido colegios y universidades, en su primera etapa en Europa “El Colegio de Roma” y en su regreso luego que les fue revocada su clausura, regresan con más fuerza en América, desde Estados Unidos a América del Sur.

Son los primeros en plantear un modelo educativo que en muchos países se adecua a los grupos de pueblos originarios, a su lengua, sus historias, su cultura y demás elementos que forman su base como verdaderas naciones, algo que iniciaron a mediados del siglo XVIII en las actuales repúblicas de Paraguay y Argentina con el pueblo guaraní.

Armaron un sistema de comunicación por cartas de informes diarios, mensuales y anuales sobre cada ciudad o región donde estaban asentados abriendo un primer modelo de información globalizada que le daba un poder muy grande al conocer vastas regiones, su producción, fe, caminos, comunicación, riquezas, cultura y todo lo demás para definirlo como la primera experiencia de comunicación global.

En la primera etapa de su creación, que fue en 1540, cuando Ignacio de Loyola crea los jesuitas que inician su actividad en Asia, siendo los primeros occidentales en llegar a la Corte mongol de la India. Además, los jesuitas hicieron la primera entre las cinco órdenes religiosas católicas originales, junto con los agustinos, franciscanos, dominicos y agustinos recoletos, que evangelizaron Filipinas en apoyo de la colonización española.

 Los jesuitas trabajaron intensamente para convertir a los musulmanes de Mindanao y Luzón del Islam al cristianismo, en cuyo caso, tuvieron éxito entre las ciudades de Zamboanga y Manila.

 Zamboanga, en particular, fue administrada como en las reducciones jesuitas en Paraguay y albergó a una gran población de inmigrantes peruanos y latinoamericanos, mientras que Manila finalmente se convirtió en la capital de la colonia española.

Además del trabajo misionero, los jesuitas compilaron artefactos y registraron la historia y la cultura precoloniales de Filipinas, y el cronista jesuita Pedro Chirino relató la historia de los Kedatuan de Madja-as en Panay y su guerra contra Rajah Makatunao de Sarawak, así como las historias de otros Reinos bisayos.

 Otro jesuita, Francisco Combés, relataba la historia del Kedatuan de Dapitan, su conquista temporal por el Sultanato de Ternate, su restablecimiento en Mindanao. y su alianza contra los Sultanatos de Ternate y Lanao como vasallos de la España cristiana.

 Los jesuitas también establecieron las primeras misiones en Butuan (Rajanato de Butuan) dominado por el hinduismo, para convertirlo al cristianismo. Los jesuitas también fundaron muchas ciudades, granjas, haciendas, institutos educativos, bibliotecas y un observatorio, el Observatorio de Manila en Filipinas.

 Ellos desempeñaron un papel decisivo en las ciencias de la medicina, la botánica, la zoología, la astronomía y la sismología. Entrenaron al segundo santo de Filipinas, Pedro Calungsod, que fue martirizado en Guam junto al sacerdote jesuita Diego Luis de San Vitores.

 Los jesuitas desempeñan actualmente un papel fundamental en la construcción nacional de Filipinas con sus diversos Ateneos (Instituciones educativas jesuitas en Filipinas) educativos que capacitan a las élites intelectuales del país.

 Los gobiernos ilustrados de la Europa del siglo XVIII se propusieron acabar con la Compañía de Jesús por su defensa incondicional del Papado, su actividad intelectual, su poder financiero y su influjo político, se habían ganado poderosos enemigos: los partidarios del absolutismo, los jansenistas y los filósofos franceses (Voltaire, Montesquieu, Diderot).

Para esta sociedad enfrentada a cambios profundos, Francisco responde a lo que es un jesuita: “el jesuita es un servidor de la alegría del Evangelio en cualquier misión que emprenda. De esta alegría brota nuestra obediencia a la voluntad de Dios, nuestro envío al servicio de la misión de la Iglesia y de nuestros apostolados, junto con nuestra disponibilidad para el servicio a los pobres”.

La decadencia del Imperio Romano permitió que el 27 de febrero de 380, el emperador romano de Oriente Teodosio (347-395) firmara, en presencia del emperador romano de Occidente Valentiniano (371-392) y su co – gobernante medio hermano Graciano (359-383), un decreto con el que declaró al cristianismo religión del Estado y estipuló un castigo a quienes practicaran cultos paganos.

Así comienza lo que planteamos hoy, la legitimización del cristianismo como religión de Estado, que se construyó en unos XVI siglos hasta la modernidad, que inicia un proceso de desacralización que viene desde el largo medioevo. Descubrimiento y colonización le dieron espacio para probarse como teoría para la dominación y así se constituyó el poder de gran parte de Europa occidental hasta la emergencia del protestantismo.

La gran cantidad de personas que despidieron a Francisco son el fruto de largos siglos de lucha en la iglesia y luego frente al protestantismo para poder consolidarse, lo cual ha sido un largo y complejo camino, en el cual los jesuitas hicieron aportes fundamentales desde la ciencia y la educación, desde los descubrimientos a la interpretación de las culturas nativas, cuya base es muy diferente al monoteísmo cristiano.

Por Doctor Alfredo César Dachary, Mexico. Docente, investigador, conferencista cesaralfredo552@gmail.com PSS 30/10/2025

Qué te pareció?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
Scroll al inicio