Fin de semana de Martín Miguel de Güemes. Balance del 2024

Como todos los fines de semanas turístico la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), presenta su comunicado de prensa con el balance del movimiento turístico doméstico. A este último fin de semana largo le correspondió al feriado por el 17 de junio, que conmemora la vida y lucha del General Güemes. Los primeros datos que se desprenden del informe no son para nada alentadores, son más bien datos lapidarios de una realidad turística, que se robustece día a día, feriado tras feriado y que convive el sector de los viajes y de los servicios turísticos.

En números, y en cantidad de viajeros, el balance resulto ser apocalíptico comparado simplemente al año pasado, un catastrófico 64,3% menos de viajeros recorriendo el país, un dato desalentador para la actividad de cara al futuro próximo, puesto que en unos de días más estaremos frente a otro feriado puente en el mismo mes, feriado correspondiente al día de la bandera.

Según la CAME por este fin de semana largo viajaron por el país 802 mil turistas durante los tres días que duró el fin de semana y gastaron aproximadamente $81.464 millones en servicios turísticos, alimentos, bebidas, alojamiento, transporte, recreación y compras diversas. Con el Día del Padre como epicentro, hubo primordialmente movimientos hacia lugares cercanos y visitas más familiares que vacacionales.

La cantidad de viajeros de este devaluado fin de semana largo representa apenas 50.000 viajeros más a que el año 2019 durante el mismo fin de semana, datos turísticos pre pandémicos.

El año con mayores viajeros en este mismo fin de semana correspondió al año 2022 con mas de 2.324.680 turistas, todo un verdadero récord que marca el comienzo de una caída estrepitosa de la actividad en el presente año, situación que viene ocurriendo desde diciembre 2023 y se acentúa cada vez más conforme a lo que viene ocurriendo en cada finde semana largo. Vale recordar que solo la temporada turística de verano registró un desplome de la actividad en todo su conjunto en un 18%. A esta caída sistemática se suma un dato de la Federación Empresarial Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) que reportó una pérdida del 12% en la industria gastronómica, la peor caída de los últimos 10 años en el sector.

Los turistas gastaron en promedio $50.788 diarios, 3,4% menos que en la misma fecha de 2023 (a precios reales), un dato realmente a tener en cuenta. Los viajeros tuvieron una estadía media de 2 días, resultando esto también por debajo de lo que es habitual en un fin de semana de 3 días.
En lo que va del año ya hemos cumplimentado 3 fines de semana largos, donde se movilizaron en total unos 6,6 millones de personas y desembolsaron $1.065.990 millones (US$1.169 millones a dólar oficial del BNA).

Lo CAME cierra su informe del fin de semana largo, con otro dato a tener muy en cuenta de cara a lo que resta en el año y para las próximas temporadas y que muestra el derrumbe de la actividad, mencionando claramente que “un factor que restó dinamismo al movimiento del fin de semana fue la caída del turismo internacional, que, si bien sigue latente, no se lo ve en las magnitudes de meses anteriores”. Al respecto, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y según datos de su informe del mes de mayo correspondiente a la Encuesta de Turismo internacional, publicada recién en julio. Se observa claramente una caída vertiginosa del 30% de turistas internacionales con respecto al mismo mes del año 2023, durante ese mes habrían ingresado al país 357.408 turistas habitantes en el exterior, lejos de los 510.635 del quinto mes del 2023.

Según la publicación del INDEC, la comparación de los ingresos de turísticas internacionales nos muestra una disminución de nada menos que 350.000 turistas internacionales en abril con relación al mismo período de 2023. Este dato representaría el peor resultado en 17 años, sin contar el período pandémico.

La disminución de la corriente turística de carácter internacional obedece pura y exclusivamente a las políticas cambiarias, a que, en la actualidad, Argentina resulta ser uno de los países más caros en dólares, los precios no son competitivos en el mercado al contrario son muy altos para la media del turismo internacional y peor aún, coexiste en el país una brecha mucho más acortada entre el dólar oficial y los otros tipos de la misma moneda. Con este formato económico Argentina no representa ser atractivo para el turismo internacional como ocurría en los últimos años.

Finalmente, el feriado del 17 de junio evidenció cómo la crisis económico-social que vive el país impacta directamente en los ingresos de distintos sectores sociales, manifestada claramente por la enorme caída del turismo interno. En tiempos de dificultad económica, las familias y las personas priorizan cubrir primeramente sus necesidades básicas y obligaciones financieras, dejando en segundo plano y como alternativa lejana el ocio y los viajes.

Esta disminución en el turismo interno no solo afecta a las empresas directamente relacionadas con el sector, como hoteles, restaurantes y operadores turísticos, sino que también repercute en toda la cadena de valor, incluyendo comercios locales, transportes y servicios complementarios.

La reducción del flujo de turistas evidencia la fragilidad del sector frente a las fluctuaciones económicas y destaca la urgente necesidad de implementación de políticas y estrategias que fomenten el turismo sostenible y resiliente, capaces de adaptarse y sobrevivir en tiempos de crisis. En definitiva, el turismo, como motor económico, requiere estabilidad y confianza en el entorno social y económico para prosperar y contribuir al desarrollo integral de las comunidades.

Fuentes: Turismo 530. CAME.

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