Por Jorge Posdeley. Soluciones del Marketing Digital con formatos de cuentos
La historia del viejo Hotel El Mensú nos muestra que ha enfrentado el desafío de la evolución turistica en un mundo en constante cambio, en donde la autenticidad y la adaptación resultan las claves para perdurar y prosperar.
Había una vez en un lugar mágico y atemporal un alojamiento conocido como el Viejo Hotel El Mensú. Este encantador hotel había sido testigo de décadas de historias y aventuras de los primeros turistas que se llegaron al lugar, estaba anclado en un rincón remoto rodeado de pura naturaleza, lejos de la contaminación y la masividad de la vida moderna.
Aunque en sus inicios, el hotel era solo una modesta construcción de los años sesenta, había logrado sostenerse a lo largo del tiempo y reinventarse una y otra vez, gracias a la sabiduría de sus dueños y al espíritu emprendedor de su personal que siempre acompañaba fielmente.
A medida que el mundo evolucionaba y la demanda turística se volvía cada vez más exigente, el Viejo Hotel El Mensú se dio cuenta de que debía necesariamente adaptarse a las nuevas tendencias para seguir siendo relevante. No importaba su tipología de alojamiento ni su clasificación legal; lo que realmente importaba era lo que el mercado y los viajeros solicitaban y necesitaban vivir como experiencia única.
El secreto de su éxito residía en un equipo de profesionales del turismo apasionados y visionarios, que comprendían las nuevas tendencias y necesidades del mercado. Con la ayuda de expertos en marketing digital y las redes sociales, el hotel se sumergió en el mundo en línea. Crearon una presencia en línea que no solo promovía el hotel, sino que también ofrecía a los viajeros una visión auténtica de lo que podían esperar: buenos servicios, una experiencia única y una conexión genuina con la naturaleza.
Pero eso no era todo. El Viejo Hotel El Mensú tenía un agregado de valor más: su cocina regional excepcional. Sus desayunos eran una fusión de sabores auténticos, y su carta de almuerzos y cenas eran un viaje culinario por toda la región. Esto no solo atraía a viajeros hambrientos, sino que también convertía a los huéspedes en amantes y multiplicadores de la gastronomía regional.
A medida que el tiempo pasaba, El Mensú se convirtió en un verdadero sobreviviente de los hoteles del lugar. No necesitaba una nueva ley hotelera ni ajustarse a un marco jurídico nuevo, para aggionarse a la demanda. Las leyes que lo habían clasificado en el pasado ya no importaban tanto, porque el hotel se había convertido en un ícono de adaptación constante a las demandas del mercado.
Y entonces, llegó el momento de repensar su nombre. Los especialistas del marketing sugirieron algo que resonaba con la historia y la identidad del lugar: «El Viejo Hotel El Mensú». Este nuevo nombre reflejaba su legado de pionero en el rubro, su capacidad de reinventarse y su conexión profunda con la naturaleza, y la gastronomía regional.
Y así, El Viejo Hotel El Mensú continuó siendo un refugio para los viajeros que buscaban una experiencia única, un lugar donde la historia se mezclaba con la modernidad, y donde la magia de la naturaleza se combinaba con los placeres de la buena comida. La historia de este hotel demostraba que, en un mundo en constante cambio, la autenticidad y la adaptación eran las claves para perdurar y prosperar.
Magister Jorge Posdeley. licjorgeturismo@hotmail.com PSS10/04/2024
Creditos fotograficos: href=»https://www.freepik.es/foto-gratis/mujer-tiro-completo-acostada-hamaca_28475395.htm#fromView=search&page=2&position=2&uuid=bd987de0-39df-4a57-a561-9508951857cf»>Imagen de freepik</a>