Por Jorge Posdeley. De acuerdo con los datos de la CAME, entre el 6 y el 8 de diciembre se movilizaron 1.377.810 turistas en todo el país. La cifra representa un 43,5% más que en el mismo feriado de 2023, y confirma que este segmento del calendario continúa funcionando como un termómetro temprano de la temporada estival.
El último fin de semana largo del año dejó una postal clara del turismo argentino actual: más turistas, menor permanencia y un gasto marcado por la búsqueda de valor real, una tendencia que tal como venimos anticipando desde Arroba Consulting sigue redefiniendo formas de viajar en tiempos de presupuestos ajustados.
De acuerdo con los datos de la CAME, entre el 6 y el 8 de diciembre se movilizaron 1.377.810 turistas en todo el país. La cifra representa un 43,5% más que en el mismo feriado de 2023, y confirma que este segmento del calendario continúa funcionando como un termómetro temprano de la temporada estival.
Más turistas, pero viajes más cortos
El fin de semana mostró un comportamiento ya consolidado:
Estadía promedio: 2 noches, por debajo de las 2,6 registradas en 2023.
Un patrón que ratifica lo que muchos especialistas venimos anticipando: las escapadas cortas, cercanas y de bajo costo que ya forman parte de una nueva normalidad de un nuevo estándar para una gran parte de la demanda.
El clima inestable, con pronósticos de tormentas en distintos puntos del país, moderó la decisión de viaje en algunos destinos, pero aun así el desempeño se mantuvo sólido para esta altura del año.
💰 El gasto: menos volumen, más foco en experiencias esenciales
Aunque las estadías fueron más breves, el gasto promedio diario por turista llegó a $ 90.495, lo que implica un aumento real del 8,8% respecto a 2023.
Este dato revela que, frente a presupuestos más ajustados:
✔️ El turista prioriza calidad por sobre cantidad.
✔️ Elige experiencias de alto valor percibido.
✔️ Reduce compras no esenciales y maximiza el retorno emocional de cada peso invertido.
En total, el movimiento del fin de semana generó $ 249.370 millones, con un crecimiento real del 20,1% frente al año pasado.
📍 Los destinos destacados
Los lugares con mayor flujo turístico fueron:
CABA, Mar del Plata, Córdoba, Puerto Iguazú, Mendoza, Ushuaia. A ellos se sumaron destinos con fuerte perfil religioso, favorecidos por la fecha: Salta, San Miguel de Tucumán, San Salvador de Jujuy y Corrientes.
📆 El año en perspectiva: ocho fines de semana largos, un impacto federal
Entre enero y diciembre, los fines de semana largos movilizaron un total de 13.342.750 turistas, generando un movimiento económico estimado de $ 2.971.578 millones (equivalentes a US$ 2.030 millones).
Estos feriados volvieron a demostrar su rol estratégico:
Activadores del consumo interno.
Dinamizadores de economías regionales.
Impulso clave para miles de pymes turísticas.
🔄 Novedades y señales de mercado
✈️ Aerolíneas Argentinas lanzó una promoción por su 75° aniversario, con 25% de descuento y hasta 18 cuotas sin interés en vuelos nacionales, además de rebajas para destinos internacionales. Una medida que podría tener efecto directo en la movilidad del verano.
🔄 Cambio de tendencia:
Aunque históricamente el feriado del 8 de diciembre superaba en movimiento al de noviembre, este año ocurrió lo contrario. El fin de semana extralargo de noviembre (4 días) modificó la ecuación, mostrando cómo la extensión del descanso influye cada vez más en la decisión de viaje.
🧭 Lectura estratégica: lo que deja este fin de semana
El comportamiento de este feriado vuelve a ratificar un fenómeno transversal del turismo argentino 2025:
👉 Más movimiento, pero estadías más breves.
👉 Mayor circulación, pero gasto selectivo y emocionalmente orientado.
👉 Destinos consolidados que atraen incluso en contextos climáticos adversos.
Para la próxima temporada de verano que se avecina, todo indica que el turismo seguirá moviéndose bajo una lógica de:
cercanía + precio + experiencias de valor, con decisiones cada vez más racionales, aunque profundamente motivadas por la necesidad de descanso y desconexión.
Conclusión | Claves hacia la temporada de verano
El comportamiento observado durante el último fin de semana largo del 8 de diciembre no es un hecho aislado: es una señal anticipatoria de lo que puede profundizarse en la próxima temporada de verano. El turismo interno llegará a los meses de mayor demanda en un contexto particularmente desafiante, marcado por una competencia inédita con el turismo emisivo.
La actual política de dólar planchado, que fortalece al peso frente a las monedas de la región y de otros mercados internacionales, reabre con fuerza la posibilidad de viajar al exterior para una porción significativa de los argentinos. Destinos tradicionalmente más costosos comienzan a percibirse como accesibles, mientras que el turismo nacional enfrenta la presión de sostener precios, calidad y valor percibido en un mercado cada vez más comparativo.
Este escenario ratifica lo que muchos especialistas venimos anticipando: la temporada de verano no se definirá por la cantidad de turistas, sino por la capacidad del turismo interno de competir en términos de propuesta, experiencia y eficiencia económica. Ya no alcanza con la cercanía ni con la tradición del destino; el viajero evalúa, contrasta y decide con lógica casi financiera.
De cara al verano, el desafío para destinos y prestadores será claro y urgente: ofrecer experiencias con identidad, diferenciales reales y una relación precio valor sólida, capaces de disputar la elección del viajero frente a la tentación del exterior. En un contexto donde el peso se fortalece y el mundo vuelve a estar “al alcance”, el turismo argentino deberá demostrar que no solo es cercano, sino también competitivo, memorable y estratégicamente diseñado.
Por Magister Jorge Posdeley. Arroba Consulting – Consultoría en Turismo, Marketing Digital y sostenibilidad licjorgeturismo@gmail.com https://wa.me/543764844111