A repensar los destinos y a prepararse para la nueva tendencia.

La demanda local rompió con las preferencias masivas y se volcó a vivir experiencias en segundos destinos o lugares pocos explorados, un poco más lejos de la masividad y más cerca de la autenticidad. Así, el principal destino de Misiones (Iguazú) perdió interés y creció, por ejemplo, la preferencia por Moconá.

Jorge Posdeley
Docente Universitario. Magister en Turismo.
licjorgeturismo@hotmail.com

Misiones Plural. Miércoles 14 de octubre de 2020. El trasporte y el turismo deberán esperar por lo menos dos semanas para su reapertura. A partir del 12 de octubre y hasta el 25 de octubre de 2020 inclusive rige en el país el Decreto de Necesidad y Urgencia 2020-762, que dispone el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO) y el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). Misiones está incluida bajo las generales de la DISPO y con ella quedan prohibidas, entre otras, las siguientes actividades: los eventos sociales o familiares en espacios cerrados, cines, teatros, clubes y centros culturales, servicio público de transporte de pasajeros interurbano, interjurisdiccional e internacional y el Turismo.

La actividad turística nuevamente ve interrumpida su reinicio y fecha de refundación. El sector de los viajes viene paralizado desde la implementación del primer DNU (de 20 al 31 de marzo), un párate inédito que ya lleva más de 200 días. Antes del último feriado por la conmemoración del Día del Respeto de la Diversidad Cultural, se especulaba en varios sectores el inminente regreso o reinicio de la actividad aereocomercial, situación tan esperada que beneficiaría a una paulatina reapertura de la conectividad y a la recuperación de la actividad turística. Vale la pena recordar las palabras del Ministro del organismo de aplicación recordando al sector que la única manera que se recupere el turismo es con turistas. Si no vuelven los vuelos, si no se reactiva el servicio de trasporte terrestre y no se levantan las fronteras internas e internacionales, será muy difícil que lleguen los turistas y por ende la reactivación tan necesitada seguirá esperando.

El retorno de los vuelos de cabotaje estaba prevista según el ministro de trasporte Mario Meoni entre los días 12 al 15 de octubre, un par de días después que venciera el decreto de necesidad y urgencia de Asilamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). Aerolíneas Argentina también había asegurado que sus vuelos volverían a partir del 19 de octubre, vuelos bajo las características de “especiales” (requieren autorización únicamente de las autoridades nacionales) y que en estos primeros vuelos solo se trasportarían a destino a personal esencial, personas con permisos de circular, personas con domicilio en destino, personas que se trasladen por cuestiones de tratamiento de salud. Lo curioso es que nuevamente Aerolíneas Argentina, desde su Web anunciaba la programación de su primer vuelo comercial (AR 1730) Ezeiza Iguazú, para el feriado del 12 de octubre a las 15 horas. Pero como ya es costumbre, no hay nada definido nuevamente.

Que la reactivación aérea se concrete y en qué formato, dependerá ahora de los gobernadores en virtud a su situación sanitaria y la salud de cada provincia. De los gobernadores también dependerá cómo se establecerán las condiciones del ingreso de los pasajeros que podrán exigir la presentación de hisopados negativos o disponer de los test rápido apenas lleguen los viajeros a destino.

Ante esta situación el turismo interno deberá dejar de ser un ensayo para ingresar definitivamente a la agenda política buscando convertirse en una herramienta viable para la lenta recuperación económica del sector. En este marco, Misiones lleva cerca de 100 días trabajando primero con una prueba piloto y después con la implementación de un programa de turismo interno destinados a residentes misioneros, fundamentalmente con la reapertura paulatina de las atractividades locales y de los servicios esenciales para la práctica de la recreación y del turismo. Esto sirvió además de ejercicio para poner en práctica los nuevos cumplimientos y las nuevas normalidades con los protocolos sanitarios.

El turismo de cercanías o turismo interno aporta al momento en cuentagotas más incertidumbre que recuperación económica, con la aplicación del programa Misiones para los misioneros (de los fines de semanas), la demanda turística interna comenzó a motorizarse de forma interesante, pero con el correr del tiempo las expectativas y los números de visitas y de ocupación comenzaron a caer por su propio peso, quizás por la falta de motivación o por la falta de propuesta en destino. Recordemos que este programa comenzó a aplicarse desde el mes de julio todos los fines de semana.

Únicamente con la reapertura del turismo local no es suficiente para pensar en una reactivación del sector: el rubro dedicado a los servicios de alojamientos en Misiones no puede pensar por ahora en una pronta recuperación por su escasa o casi nula facturación. Según datos proporcionados por su máximo referente, la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), del total de 550 establecimientos hoteleros con que cuenta la provincia, solo están operando en el mercado entre 140 y 150 hoteles. Apenas un 25% del total de emprendimientos.

Apuntar a políticas para el desarrollo del turismo interno no aparece en este contexto como una simple casualidad; deriva de una necesidad urgente del mercado para comenzar con los primeros ensayos de las nuevas normalidades en el turismo. Repensar en el turismo y los nuevos formatos se hacen ahora muy necesarios, planificar los destinos deberá ser el gran desafío de la súper estructura turística. Esta experiencia de los fines de semana turísticos para los misioneros responde a una puesta en valor de los “destinos turísticos locales”, práctica que nos aporta una serie de indicadores a los cuales habrá que prestarles mucha atención para la generación de nuevas experiencias en destino.

La demanda local rompió con las preferencias masivas y se volcó a vivir experiencias de las llamadas visitas a segundo destinos o a lugares pocos explorados, un poco más lejos de la masividad y más cerca de la autenticidad. Así, el principal destino de Misiones (Iguazú) generó en estos tres últimos fines de semanas una pérdida colectiva en el interés en la comunidad local o en los misioneros por visitarla. Los antecedentes certifican la perdida de las preferencias, según datos de Parque nacionales del total de los cupos disponibles para las visitas del los fines de semana. Solo se utiliza el 50% de los cupos; los medios locales también se hicieron eco de esta tendencia y se vio reflejado en sus titulares como Otro fin de semana con poca concurrencia de misioneros a las Cataratas.

No ocurre lo mismo con las atractividades del oriente misionero que viene creciendo en el interés colectivo. Esto se ve reflejado también por el crecimiento en la ocupación de los establecimientos hoteleros de la región y a juzgar por las reservas para el verano, se avizora un verano con concurrencia sostenida. Moconá es el atractivo del área por excelencia por descubrir y para vivir una experiencia nueva, única en un destino de naturaleza. Un dato a tener en cuenta es que en este último fin de semana largo el número de ingresos de personas a los Saltos del Moconá solo el día domingo supero al número de visitantes a Cataratas.

Esta situación de comparar atractividades por preferencia, no es una mera casualidad ni sólo interés por conocer: nos ubica en un nuevo contexto de las nuevas preferencias del turismo. Quizás estemos ante una oportunidad única de generar desarrollar nuevos destinos con características únicas, más equilibradas, más sustentables y por sobre todo, más responsables con la comunidad local.

Estas preferencias de los segundo destino no es una casualidad responde a una tendencia de carácter global, recordemos que Booking.com, en el marco de las “Predicciones de Viajes para el 2020”, vaticinaba “un aumento de viajeros exploradores”, que estos viajarían con sus mascotas, “que ellos prefieren elegir las segundas ciudades con tal de reducir la masividad y contribuir en la disminución de los impactos negativos del turismo”, que esta tendencias de consumidores del turismo prefieren el contacto con la comunidades locales, que utilizarían trasporte locales, pero que necesitan de sobremanera estar más que nada conectado con el mundo.

Al momento, lo que se puede observar es una situación que nos debe ocupar a todos: al repensar en el turismo y en las tendencias de los mercados, la planificación es la herramienta. Lo peor que nos puede pasar es lo que estamos vivenciando, destinos que pierden preferencias y no puedan armar un oferta acorde a los segmentos de demanda. Lo digo de otra manera pero en total coincidencia.

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