
“Unirse es un comienzo”. Nadie puede silbar una sinfonía. Alfredo César Dachary. México
El 2025 será un año decisivo en las relaciones internacionales, ya que cada día es más evidente la crisis del capitalismo como sistema en su corazón hegemónico, Estados Unidos, país líder que pasó de ser el centro de invención y producción de nuevas alternativas a un país que importa la mayoría de lo que consume, lo que ha generado una deuda internacional de más de dos veces el PIB total del país.
La situación no es nueva sino una constante en estos últimos años y refleja no sólo la gran crisis de la sociedad y economía del país del norte, sino una crisis del sistema que ya está instalada en Europa occidental, la economía japonesa que lleva más de un cuarto de siglo en crisis y muchos países más.
Pero frente a esta situación hay otro espejo para vernos, otro modelo económico que no ha dejado de crecer en más de cuatro décadas y puesto al país líder de este grupo como una alternativa real para compartir la hegemonía del sistema capitalista, se trata de la República Popular China, acompañada de la India, Rusia, Sudáfrica y varios más que conforman un gran alianza, los BRICS, que no solo ha crecido sino que ha comenzado a enfrentar a Estados Unidos por el tema central que Norteamérica esgrime para controlar y ganar más, con una moneda, sin ningún respaldo financiero, salvo el de la fuerza militar, se trata del dólar, que abandonó el respaldo oro a comienzo de los 70’.
Una vez más el mundo tiende a dividirse en bloques a mediados del siglo XX por la guerra fría, cuya aparente conflictividad era de base ideológica y hoy la guerra es por la hegemonía, cuya base política es romper los marcos tradicionales, ya que lo ideológico ha sido sustituido por la luchas del control de alta tecnología, inteligencia artificial entre medio de dos revoluciones la 4ª. Revolución Industrial y la 5ª., ambas amplían el mundo real a partir del digital y la última el terrenal a partir del espacial.
La reunión ocurrida a comienzos del mes de abril de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) tiene un marco de referencia extremadamente violento, un regreso al mazo como forma de expansión y la amenaza como mecanismo de consolidación.
La crisis de Estados Unidos va más allá de la deuda, porque se enmarca en una sociedad consumista cuyos ingresos tienden a reducirse cada vez más, generando nuevos personajes más cercanos a la locura de Mussolini, que al modelo social de Franklin Delano Roosevelt.
Amenaza de ocupar Panamá y recuperar el canal, construido sobre los despojos territoriales de Colombia, ocupar Groenlandia, por la gran riqueza mineral que aloja y su posición geopolítica, a ello se le suma el cambio de las reglas del juego del capitalismo regulando el mercado a través de “aranceles”, sobre el entendido que Estados Unidos fue explotado y engañado por las grandes potencias, un cuento con menos credibilidad que la falsa democracia que dicen tener.
Trump, un machista sin límites, acusado de acoso y más con pruebas y que un juez le permitió asumir para cuando concluya su mandato tener nuevo juicio, es la medida real de la descomposición moral de las instituciones desde la justicia y los jueces a la policía y libertad, y para completar su plan prehistórico, manda borrar la Secretaría de Educación para pasar el servicio escolar a las iglesias y profundizar así la ignorancia que caracteriza a gran parte de esa sociedad, con la excepción de los grandes centros de conocimiento e investigación.
La CELAC es un mecanismo intergubernamental para el diálogo y el acuerdo político, que incluye permanentemente treinta y tres países de América Latina y el Caribe. Es un foro regional que reúne a toda América Latina y el Caribe y aspira a ser una voz única y decisiones políticas estructuradas de toma de decisiones en el ámbito político y la cooperación en apoyo de los programas de integración regional.
Este organismo fue creado con miras a avanzar en el proceso gradual de integración regional, unidad y equilibrio cuidadoso de la diversidad política, económica, social y cultural de América Latina y el Caribe, que tiene una población total de 650 millones de personas.
El lanzamiento fue hecho en el mes de diciembre de 2011, una fecha que marca el fin de la primera década del siglo XXI de grandes avances políticos en Latinoamérica y el Caribe. Así es como la CELAC ha ayudado a profundizar el diálogo respetuoso entre todos los países de la región en áreas tales como desarrollo social, educación, desarme nuclear, agricultura familiar, cultura, finanzas, energía y medio ambiente.
Luego de dos años de trabajo, la CELAC ha estimulado la visión latinoamericana y caribeña como una comunidad de naciones, capaz de dialogar y construir consenso sobre temas de interés común, por mandato de los Jefes de Estado y de Gobierno.
La CELAC es la voz unificada de la región en cuestiones de consenso. Y en
cuanto a la representación de América Latina y el Caribe; CELAC toma sus facultades para actuar como portavoz de la Comunidad con otros países y bloques regionales.
Así es como abre diálogo con la Unión Europea, China, la Federación de Rusia, la República de Corea, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, Turquía y Japón, entre los muchos países que intentan salir de la tragedia de la pobreza, modelo heredado del colonialismo europeo y profundizado por el neocolonialismo que ejerce desde el siglo XX Estados Unidos.
La CELAC asume desde el inicio que no puede llegar a tener éxito en el futuro en función de nuestras diferencias; por eso era la hora de articular las cosas que nos hacen diferentes para unirnos sobre la base de nuestras similitudes que superan con creces nuestras diferencias.
Así los países que inicialmente forman la CELAC son: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
Es el principal propósito de este mecanismo, promover la integración regional y el desarrollo sostenible, la cooperación política, la agenda regional integral en los foros: posicionar a la región en eventos de alcance internacional; promover el diálogo con otros Estados y organizaciones regionales; promover instituciones regionales y subregionales de cooperación y comunicación entre organizaciones, y la forma en que trabajan y cómo trabajar también.
La CELAC fue bien recibida por la comunidad de origen, continente americano y otras agrupaciones regionales en los otros continentes, hay un acuerdo para proporcionar un foro de cooperación con China, fortalecer los vínculos con la India, las reuniones con la Federación de Rusia, la República de Corea, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo y Turquía tomando nota del progreso en el diálogo sobre integración regional.
¿Cuál fue el principal objetivo por lo que se creó este mecanismo?
Para el grupo de promotores el objetivo central de la CELAC fue promover la integración regional y el desarrollo sostenible, la cooperación política, la agenda regional integral, con el objetivo de posicionar a la región en eventos de alcance internacional; promover el diálogo con otros Estados y organizaciones regionales; promover instituciones regionales y subregionales de cooperación y comunicación entre organizaciones. Y sobre esto cuál sería la forma en que trabajan y cómo eligen un modelo que permita trabajar bien, dejando diferencias y miras en un futuro mejor.
La CELAC toma decisiones por consenso y se rige por las normas adoptadas por los Jefes de Estado y de Gobierno en Caracas 2011, bajo el liderazgo de Chávez, y el ex presidente de Chile, y en cada reunión se logran nuevos avances y estrategias para poder desarrollar las propuestas.
En esta última reunión la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que congrega a 33 países, pero sólo asisten 11 jefes de Estado o Gobierno, entre ellos: Claudia Sheinbaum de México; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil y Gustavo Petro, de Colombia. La presidenta hondureña, Xiomara Castro, abrió la reunión el 9 de abril a las 10:00 horas.
Los demás países serían representados por cancilleres u otros funcionarios en este cónclave que tiene lugar una semana después de que Trump impusiera aranceles más duros de lo que se esperaba y que han sacudido los mercados.
La propuesta mexicana a sus contrapartes será «diversificar» sus «mercados», adelantó Sheinbaum, debe haber «mayores pláticas para la integración y ayudarnos entre nosotros», agregó.
No fue casual que una delegación de China encabezada por Qu Yuhui, el número dos de Asuntos Latinoamericanos de la Cancillería, sostuviera encuentros bilaterales con delegados de 15 países.
La República Popular China planea realizar una conferencia ministerial entre China y CELAC el 13 de mayo en Pekín, que será presidida por Xi Jinping, la máxima autoridad del país.
La delegación china tuvo encuentros con Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Panamá, Surinam, Uruguay, Venezuela, Bahamas, Barbados y San Vicente y Las Granadinas.
En este contexto, China tiene la mesa servida para aumentar su influencia en América Latina, “es un regalo de Estados Unidos”, dijo a la Agence France-Prensse (AFP) el analista peruano de relaciones internacionales Francisco Belaunde, porque “China quiere aparecer ahora como un socio confiable que está a favor del libre comercio, quiere aprovechar el desbarajuste generado por Trump y la molestia de todos los países por estos aranceles”.
“Lo fundamental es que estarán los tres principales países (México, Brasil y Colombia) que tienen capacidad de enfrentar el tema de los aranceles”, indicó a la AFP el rector de la Universidad para la Paz de Costa Rica, Francisco Rojas Así mismo la cumbre puede ser importante porque podría generarse un diálogo frente a la situación global. El ex mandatario uruguayo José Pepe Mujica, ícono de la izquierda latinoamericana, mandó un mensaje a la cumbre: «Los desafíos que tenemos como humanidad necesitan más que nunca esfuerzos colectivos y propuestas innovadoras».
Doctor Alfredo César Dachary. México cesaralfredo552@gmail.com 16/11/2025
Créditos fotográficos: pexels-tima-miroshnichenko-6694916
