“La escuela como territorio turístico: educar para valorar, conservar y transformar”

por Ingrid Pedersen. Enseñar turismo en las escuelas no es únicamente formar futuros profesionales; es, sobre todo, formar ciudadanos capaces de transformar su entorno y liderar el camino hacia un modelo turístico que regenere y mejore la vida de las generaciones por venir.

Turismo en las escuelas: sembrando hoy las raíces del turismo regenerativo de mañana

En un contexto global donde la actividad turística enfrenta desafíos crecientes desde la degradación ambiental hasta la pérdida de identidad cultural, la educación se revela como una herramienta estratégica para transformar el presente y asegurar un futuro más consciente.

La exposición de la Lic. Íngrid Pedersen bajo el título de “Turismo Regenerativo y Experiencias Locales” en Capioví puso el foco en un tema urgente: la necesidad de enseñar turismo en las escuelas secundarias. La charla se desarrolló en el marco del “II Encuentro Provincial de Escuelas con Orientación en Turismo”, realizado en las instalaciones de la EPET N°14 de Capioví, bajo el lema “Turismo y transformación del entorno local”.

El evento convocó a más de doce escuelas de nivel secundario e instituciones formativas de nivel medio y terciario de distintas localidades de Misiones, constituyendo un espacio de intercambio de experiencias y aprendizajes. Los organizadores, la comunidad educativa de la E.P.E.T. N°14 “Luis Moro”, destacaron su compromiso por fortalecer la formación y promover el turismo en las escuelas secundarias en el marco educativo de la provincia y de cada municipio en particular.

Por qué enseñar turismo en la escuela

Incorporar contenidos turísticos en la educación secundaria no solo amplía el horizonte vocacional de los estudiantes; también les ofrece la oportunidad de comprender su propio territorio como un activo cultural, social y económico. Aprender sobre turismo desde temprana edad significa formar ciudadanos que valoren su patrimonio y comprendan el impacto positivo o negativo de las actividades turísticas.

Las aulas pueden convertirse en espacios donde se analicen ejemplos reales, se identifiquen oportunidades locales y se desarrollen habilidades para diseñar experiencias que respeten y potencien el entorno. Según Pedersen, es en la escuela donde se puede generar la conciencia necesaria para diferenciar el turismo sostenible del regenerativo, y preparar a los jóvenes para ser futuros gestores, emprendedores o anfitriones responsables.

El puente hacia el turismo regenerativo

El turismo regenerativo no se conforma con “no dañar”; busca dejar el lugar mejor de lo que estaba antes de la llegada del visitante. Este enfoque tiene, además, un valor estratégico: puede compensar el desequilibrio en territorios con actividad turística masiva restaurando recursos naturales y revitalizando la cultura local o ser la base de planificación en zonas que recién se están desarrollando, evitando desde el inicio los errores del turismo depredador.

Y, sobre todo, trabajar en turismo regenerativo trasciende a la gestión pública o a la política turística coyuntural: su verdadero núcleo está en la gestión de la comunidad local, que es quien conoce, cuida y proyecta su territorio a largo plazo.

Formar conciencia para superar resistencias

Uno de los mayores desafíos identificados por Pedersen es la escasa comprensión del turismo regenerativo, incluso entre profesionales y autoridades. Muchos aún lo confunden con turismo sostenible. A esto se suma la resistencia al cambio de ciertos actores del turismo tradicional.

Frente a esto, la solución pasa por campañas de educación y sensibilización, y aquí la escuela tiene un papel decisivo: desarrollar materiales didácticos, talleres y proyectos piloto que permitan a los estudiantes y, por extensión, a sus familias comprender los beneficios sociales, culturales y ambientales del turismo regenerativo.

Una oportunidad para la comunidad

Enseñar turismo regenerativo en las escuelas no es un fin en sí mismo: es una inversión en la cohesión y el desarrollo de la comunidad. Los estudiantes de hoy pueden convertirse en los embajadores de un modelo turístico que no solo genera ingresos, sino que fortalece la identidad local, preserva los ecosistemas y mejora la calidad de vida de sus habitantes.

Como señala Anna Pollock, “lo más importante de medir es el beneficio neto que el turismo aporta a la comunidad local”. Y para que ese beneficio sea real y duradero, es imprescindible comenzar por la educación.

Conclusión

El II Encuentro Provincial de Escuelas con Orientación en Turismo en Capioví dejó en claro que la educación secundaria es la plataforma ideal para sembrar la semilla del turismo regenerativo. Al incorporar estos contenidos en la formación de los jóvenes, se abre la posibilidad de construir comunidades más conscientes, resilientes y comprometidas con su territorio.

Enseñar turismo en las escuelas no es únicamente formar futuros profesionales; es, sobre todo, formar ciudadanos capaces de transformar su entorno y liderar el camino hacia un modelo turístico que regenere y mejore la vida de las generaciones por venir.

Magister Ingrid Pedersen  https://wa.me/5493764397133 iadripedersen@gmial.com

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