Vacaciones: ¿un derecho o un negocio?

por Alfredo César Dachary mx. Para que todo el mundo pudiera disfrutar del verano, las vacaciones pagadas no bastaban, faltaba lo principal, el desplazamiento y hospedaje de los veraneantes a precios modestos. “Ocho millones de franceses se marcharon de vacaciones en 1951, frente a veinte millones en 1967, y cerca de treinta millones en 1979”, observa el historiador Sylvain ­Pattieu.

Vacaciones: ¿un derecho o un negocio?. “ «El arte del descanso es una parte del arte de trabajar” Anónimo.                                 

De lo que se ha dado en llamar el turismo, para diferenciarlo de los viajes que se hacían en grandes distancias sin muchos más límites que la incomodidad, emerge como respuesta naturista, planteada por los higienistas, que intentaban dar respuesta a graves problemas existenciales como la asedia medieval, fruto de una separación cada vez más fuerte de las familias del control religioso, que dominó la sociedad medioeval.

Pero, por otro lado, la revolución industrial cambia el territorio paisaje del campesino por uno nuevo: la ciudad; segundo, cambia el sistema de trabajo del campo abierto a la fábrica cerrada y del canto de las aves al tintineo de las máquinas industriales que generará una ruptura: primero, con el territorio al expulsar a los siervos de la gleba para que se incorporaran a las nacientes fábricas, y con ello cambia la forma de vida, la familia y los tiempos libres, antes fue el domingo por definición religiosa, luego se repetirá éste y durante el fordismo, cinco días de trabajo y más de 35 horas de trabajo, hasta llegar al autoempleo en la sociedad neoliberal donde el trabajador se explota a sí mismo.

En Francia, hasta la Liberación, las “obras sociales” de las empresas quedaban a discreción de los empleadores; y la creación de los Comités de empresa entre 1945 y 1946 permitió confiar a un organismo elegido por los trabajadores las actividades sociales, deportivas o culturales financiadas mediante una cuota de la masa salarial en las compañías de más de cincuenta asalariados. Mar, montaña, campo: millones de franceses pudieron irse de vacaciones gracias a esa organización, en sus inicios favorecida por la nacionalización de las grandes empresas.

Más allá de su papel como contrapoder en la gestión y funcionamiento de la empresa, la ley confía a los comités las “actividades tendientes a la mejora de las condiciones de bienestar, las actividades deportivas o de ocio, y todo lo relativo a la cultura”. 

Para que todo el mundo pudiera disfrutar del verano, las vacaciones pagadas no bastaban, faltaba lo principal, el desplazamiento y hospedaje de los veraneantes a precios modestos. “Ocho millones de franceses se marcharon de vacaciones en 1951, frente a veinte millones en 1967, y cerca de treinta millones en 1979”, observa el historiador Sylvain ­Pattieu.

La Asociación Turismo y Trabajo, próxima a la Confederación General del Trabajo (CGT), que controlaba numerosos comités de empresa y al Partido Comunista francés, cuenta con hasta tres millones de miembros a principios de la década de 1980.

Con el esplendor del sindicalismo, en la década de 1960, varios organismos provenientes de otros sindicatos (Invac, Cecorel, PromTour) consolidaron la oferta de turismo ­social. Para remediar el déficit de ­estructuras de acogida al menor coste, muchos se dotan entonces de centros de hospedaje: colonias, campings, complejos hoteleros, etc. En los años treinta, numerosos ayuntamientos, sobre todo los del “cinturón rojo” de París, adquieren soberbias villas y residencias de verano para acoger a las clases populares y trabajadoras, se lograba así la combinación perfecta entre mayor número de turistas trabajadores y aumento del turismo interior.

En 1981, la vuelta de la izquierda al poder marcará un giro ambivalente. Por un lado, los asalariados obtienen nuevos derechos de expresión con las leyes Auroux y un suelo de financiación de los comités de empresa (0,2% de la masa salarial). En 1982, las ayudas a las vacaciones se amplían con la creación de los cheques de vacaciones por parte del ministro del “tiempo libre”, André Henry.

Ese dinero, distribuido por los comités de empresa y las cajas de subsidios familiares (CAF, por sus siglas en francés) de la seguridad social, se destina prioritariamente a las personas con los ingresos más modestos. Pero ese mecanismo, del que actualmente se benefician 4,6 millones de asalariados y autónomos, también establece la personalización de las ayudas en provecho del turismo más comercial.

La financiación para el mantenimiento y renovación del patrimonio inmobiliario de los comités de empresa se reduce, mientras que las normas que rigen la seguridad o la higiene de los establecimientos que acogen vera­neantes no dejan de endurecerse, requiriendo de importantes inversiones.

“La evolución comercial del sector desemboca en el cuestionamiento del propio término de turismo social, de connotaciones consideradas demasiado corporativas, en provecho del turismo asociativo”, observa Pattieu, y subraya también la calidad de las prestaciones propuestas por la Asociación Turismo y Trabajo, y los miembros ponen su talento al servicio de las actividades recreativas y culturales por lo general reservadas a una élite: cine de autor, teatro y exposiciones.

Los partidos y movimientos de izquierda entienden que el ocio es una cuestión política; se trata de no abandonarlo al mercado, un tema que en Occidente pasó de noche y así el negocio redondo del turismo operado por grandes corporaciones lo comercializan como un producto más, con sistema de créditos por tarjetas para hacerlo más accesible, pero igual o más de costoso.

En 1985, la Asociación es sustituida al año siguiente por dos entidades vinculadas: la Asociación de Coordinación de Asociaciones de Ciudades de Vacaciones (Ancav, por sus siglas en francés), que reagrupa los centros vacacionales y Touristra (Sodistour), operador que explota esos lugares.

De ese modo, la CGT logra salvar parcialmente un mecanismo que en la actualidad sigue todavía muy activo, con 200,000 pernoctaciones (Francia y el extranjero) en sus años buenos. Invac y Cecorel evo­lucionan a su vez hacia lógicas de ­mercado. La Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) se aleja del enfoque autogestionario de Loisir Vacances Tourisme (LVT), mientras que su ex secretario general, Edmond Maire, presidente de los Villages Vacances Famille (VVF) entre 1989 y 1999, asume la pérdida de su base militante, sus múltiples reestructuraciones y la venta de varios centros al sector privado.

En el otoño de 2017, las ordenanzas de Macron suprimen el comité de empresa, fusionándolo con otros organismos de representación del personal en el comité social y económico (CSE), ampliado a las empresas de más de diez empleados, pero con un presupuesto reducido. Las actividades sociales y culturales son ahora un convenio de empresa.

De alrededor de treinta mil CSE, solo unos cinco mil son comités de acción u obra sociales. Las nuevas empresas, las de menos de cincuenta asalariados y las que no financian nada antes del 1 de enero no tienen ninguna obligación de destinar un presupuesto a tal fin.

En la actualidad, los representantes de los comités se encuentran atrapados entre la conservación cada vez más difícil de su patrimonio y la necesidad de satisfacer a asalariados no siempre dispuestos a viajar en grupo o a cruzarse con compañeros durante las vacaciones. El público ha evolucionado: “Hace 30 años, en la época de Turismo y Trabajo, muchos comités llevaban de vacaciones a las clases populares. El 80% eran obreros. En la actualidad, el 80% son ejecutivos y técnicos”, declara Pierre Touchet, presidente de Touristra.

En camino similar, pero más corto, tuvo en Argentina el peronismo, que logró consolidar un sistema sólido de transporte del Estado, los ferrocarriles y autobuses para mover un importante grupo de trabajadores y trabajadoras, jubilados y pensionados a través del modelo de turismo social. Este último, más para jubilados y pensionados, durante las bajas temporadas del turismo interior.

A partir de 1944 cuando Estados Unidos crea su sistema de manejo hegemónico del mundo a través del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, la militar, la caída de Vietnam y el sureste asiático, por una retirada intempestiva que generó el gobierno de Estados Unidos y la tercera, el comienzo del neoliberalismo que logra desmontar la sociedad generada por el fordismo en América y la Social Democracia en Europa occidental, que muestra los límites del capitalismo y los derechos sociales regresando a un individualismo no solidario y competitivo.

El turismo fue fundamental desde los nuevos imaginarios sociales, ya que le permitía al sujeto armar su forma de viajar, decidir y luego endeudarse, para pagar a la vuelta; el turismo como mercancía fue operado por el pool de empresas organizadas en torno a la Organización Mundial de Turismo.

México es un ejemplo, porque la sociedad considera que el único aporte importante del turismo son los turistas de Estados Unidos y Canadá, pero ocurre como en toda verdad maquillada que no es así, el consumo interior nos da una visión diferente. En 2020 el total del consumo turístico según origen es de 3.550,482 (Millones de pesos corrientes).

El turismo interior genera el 96.3%, que se divide en dos:

  • Turismo interno: 
  • Mexicanos que realizan viajes dentro del país……83.4%
  • Turismo receptivo (extranjeros viajan a México) 12.9%
  • Turismo receptivo (mexicanos hacia el exterior) 3.7%

En Estados Unidos, Francia y España el turismo interior es muy importante ya que deja mayor ingreso en la propia región donde se da. El turismo internacional, como todo el comercio internacional, se hacía vía dólar, lo cual obliga a tener divisas o cambiar, y si a esos movimientos los multiplicamos por los 200 países en el mundo, los beneficios de Estados Unidos con el dólar son grandes.

Por ello es que Trump, pretende frenar a los BRICS que están ya trabajando con sus monedas y buscando una nueva manera de cambio. Algo que dejó miles de millones de dólares al realizar todo el comercio del petróleo a través del dólar. Este es uno de los motivos principales del choque entre los países fuertes por la hegemonía, un tema que será dominante en este nuevo cuarto de siglo, donde además el empleo se puede reducir y el conflicto en las sociedades puede ser mayor.

Dr. Alfredo César Dachary mx . cesaralfredo552@gmail.com

Foto. freepik.es/vector-gratis

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